El gigante japonés de la velocidad | Adlatina

2023-02-15 15:37:49 By : Ms. Coco Li

La historia de la automotriz asiática está muy asociada a la innovación y tecnología, pero su fundación se remite a los antiguos telares mecánicos. En la nota, su evolución a lo largo de los años, sus campañas publicitarias más destacadas y cómo logró el éxito en suelo estadounidense.

El origen de Toyota es muy diferente al de la mayoría de las automotrices, ya que surge de una industria que, en cierto sentido, muy poco tiene que ver con el transporte.

A principios del siglo XX, Sakichi Toyoda era un inventor japonés que había creado el primer telar mecánico de su país, que incorporaba grandes novedades como frenar la producción de forma automática. Su éxito fue inmediato y, en 1926, fundó Toyoda Automatic Loom Company, vendiendo miles de unidades de este telar.

Años más tarde, con la industria textil en decadencia, Sakichi vendió la patente de su creación a la firma británica Platt Brother. Con el dinero de la transacción, le encargó a su hijo, Kiichiro, darle vida a su sueño de fabricar autos japoneses. Al poco tiempo, Sakichi falleció, pero su hijo siguió con el proyecto.

En 1936 vio la luz el Toyoda AA, el primer automóvil de la compañía. Este vehículo era comercializado a 3.350 yenes, y era más económico que los modelos de Ford o General Motors.

En 1937, la división de automóviles se separó del resto de la compañía formando una nueva empresa llamada Toyota Motor Company. Hay varias teorías sobre el cambio de la "t" por la "d". Se dice que fue para facilitar su pronunciación en otros idiomas o por la relación gráfica con el número ocho -asociado a la buena suerte en Asia-. Pero, también es cierto que “Toyoda” significa “arrozales fértiles”, modificar el nombre evitó que la empresa se asociara a la agricultura.

La Segunda Guerra Mundial afectó notablemente a la compañía, ya que tuvo que destinar la mayor parte de sus esfuerzos de producción a la guerra. Además, su fábrica de Koromo fue bombardeada el 14 de agosto de 1945, justo un día antes que terminara el conflicto bélico. En los siguientes años, Toyota se dedicó a producir camiones y reparar vehículos para reconstruir el país. Recién, en 1949 volvió a fabricar autos particulares.

En 1955, salió a la venta el modelo “Toyopet Crown”, que fue el primero de la compañía en ser diseñado en su totalidad en el país asiático. Este vehículo obtuvo muy buenas críticas a nivel local e internacional, mejorando fuertemente el posicionamiento de la marca.

La compañía comenzó a expandirse en otros mercados, especialmente en Latinoamérica, Australia y en países asiáticos vecinos como Tailandia, Filipinas y Birmania -ahora Myanmar-. En 1958, Toyota abrió una planta de producción en Brasil, que se convirtió en la primera fuera de Japón. También, intentó trascender en Estados Unidos, pero el Toyopet Crown fue un fracaso, ya que los consumidores lo encontraron muy caro y con poca potencia.

La economía japonesa tuvo un fuerte crecimiento a principios de los 60’s. Toyota aprovechó este empujón para expandirse y desarrollar nuevos modelos más económicos, como el Toyota Corolla. Además, adquirió otras empresas japonesas relacionadas a los vehículos, como Hino Motors y Nippondenso Company, y se adjudicó acciones de Daihatsu.

Paralelamente, tuvo su revancha en Estados Unidos con el Toyota Corona, que fue rediseñado específicamente para este mercado con un motor más potente. De esta manera, Toyota se convirtió en la tercera automotriz extranjera más vendida en Estados Unidos en 1967. Ranking que empezó a liderar en 1975, superando a Volkswagen. En gran medida, esto se debió a un acuerdo para producir parte de sus vehículos en territorio estadounidense gracias a un vínculo con Atlas Fabricator, empresa que terminó comprando en solo un par de años y fue rebautizada como TABC.

En los siguientes años, Toyota lanzó dos grandes campañas publicitarias en territorio norteamericano. La primera fue You Asked For It/You Got It!, de 1976, con spots donde se mostraban los beneficios de sus modelos con autos que aparecían de la nada en bibliotecas, bares u otros lugares públicos. La segunda se tituló Oh What A Feeling!, que incluía el memorable Toyota Jump, donde los actores saltaban en los comerciales.

1976: You ask for it, You got it

1986: Who could ask for anything more

(Versión completa de esta nota en Adlatina Magazine digital #130)